Hace frío en los confines de tu espalda


Era tarde,
muy tarde,
cuando le vimos las entrañas a la noche;
sobraban las estrellas…
… Pero no su luz.
Descubrí que,
lejos del tiempo
(y lejos del frío,
y lejos de ti)
se acumulaban las excusas
en esos jarrones donde solíamos guardar los sueños.
Y una capa de escarcha
aún más fría
si es que eso se existía,
nacía de mis dedos
como de los tuyos nacía la vida,
tu vida.
(y, a veces, mi muerte.
Pero tú esto no se lo digas a nadie,
que la nada es muy fisgona,
el vacío es arisco,


y los poetas ya no saben dónde lanzarse).

1 comentario:

  1. Es absolutamente perfecto. Me ha encantado, de verdad.
    (Guardaré el secreto).
    Te leo!

    Un beso!

    <3

    EMME

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