remordimientos

me paso la vida escribiéndole
a un «tú»,
a un «eres», 
a un «me haces»
porque todavía no he tenido 
lo que hay que tener para decírtelo
a la cara
y que me digas de una vez que no
y que se me vayan estas dudas. 
Llevo una eternidad y media 
queriendo gritarte que no 
puedo vivir sin mirarte
pero soy incapaz de hilar dos palabras
y cuando casi las digo
me miras y todo lo que quiero decir
se rompe en casi lo que tarda en romper
una ola en la orilla. 

Joder, déjame las cosas claras:
dime que ni de coña. 
Dime que no. 
Dime que nunca. 
No para que te deje de querer, 
sino para deje de querer lo que no existe. 

a S., como todo.

2 comentarios:

  1. Una vez estuve enamorada de alguien que no existía pero creo que el amor romántico también es un poco eso, es idealizar la idea de amor para descubrir, al final, que existe lo que queremos que exista. Lánzate al vacío, que duele mucho pero nunca mata.

    ResponderEliminar
  2. Lo mío hacia tus palabras ha sido amor a primera lectura...y luego relectura tras relectura.

    Es la primera vez que te leo, pero no será la última. (Ya te lo digo: ni de coña, no.)

    Un gran abrazo,
    S.Yaz

    ResponderEliminar