dudas (y) dulces. y todo ese embrollo.

Tengo dudas.
He llegado a la conclusión 
de que las dudas funcionan igual 
que las máquinas de algodón de azúcar:

se alimentan —como echarle polvitos rosas—
y todo empieza a girar. 

(Supongo que en los estómagos
las dudas tardan más en formarse. 
Digo lo de supongo porque en el mío
son instantáneas). 

se espera y empieza a funcionar;
da vueltas, vueltas, vueltas, vueltas

y entonces
se introduce el palo 
y todo el polvo comienza a enrollarse
y, bueno. 

tenga una preciosa duda. 
cómasela despacio, que esta no se deshace en la boca. 
gracias. 


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